Muchas veces la vida nos lleva por caminos que no esperamos. Nos hace tomar decisiones que nunca hubiéramos imaginado. Mudarnos a ciudades distintas, empezar de nuevo, poner el contador a cero y arrancar desde el principio.
Pero es bueno saber que hay cosas que no cambian. Salir corriendo un domingo a echar una mano con la mudanza, no importan los kilómetros ni el esfuerzo.
Recibir una visita que ya tocaba. Pasar un fin de semana sin parar de charlar, de reir, de imaginar, de descubrir…
Conocer gente nueva, y saber que los de siempre están ahí, no importa la distancia. Nos veremos menos, pero cuando nos veamos, sabiendo que seguirá siendo lo mismo.
Mucha suerte amigas en las nuevas aventuras. En los nuevos comienzos. Abrid bien las velas que soplan nuevos vientos y hay que aprovecharlos.
[Un fin de semana fantástico, por fin buen tiempo, redescubriendo lugares a los que no me canso de volver, y en estupenda compañia… No digo inmejorable, que se podría completar con los que faltaban…]